miércoles, 20 de octubre de 2010

Porque nos mordemos las uñas?



El molesto y doloroso hábito de morderse las uñas tiene un nombre médico que une las palabras griegas “onyx” (uña), y “phagein” (comer):
Se lo asocia con tipos de personalidades ansiosas o nerviosas, pero también puede ser producto de un problema emocional o mental. Al modernos las uñas, no sólo ingerimos los gérmenes alojados debajo de ellas, sino que también, si los trozos impactan en la faringe, producen inflamaciones internas; o si se aspiran, pueden desarrollar infecciones en los pulmones. Por fuera, alrededor de la uña la piel se inflama, y hasta pueden salir verrugas. Si el hábito es muy intenso y se prolonga en el tiempo, la uña comienza a despegarse cada vez más del dedo hasta el punto de perderse completamente. También, los dedos se deforman o se tuercen por la presión que ejercemos en ellos para morder. A esto se suma el dolor, más aún cuando aparecen llagas en la zona. Y no hace falta mencionar la impresión estética desagradable que provocan.Para tratar la onicofagia se necesita voluntad. No hay remedio instantáneo sin la decisión personal de detenerse. Así que los consejos o ayudas que existen sólo son útiles si nos comprometemos verdaderamente con nuestro objetivo: dejar de comernos las uñas.Como la costumbre surge de una sensación de ansiedad oral por un lado, pero también de hacer algo con las manos; se recomienda en primer lugar tener siempre chicles o pastillas disponibles, y acostumbrarnos a hacer el siguiente ejercicio: cuando percibimos el impulso de llevar los dedos a la boca, golpear la mesa con las yemas de modo repetitivo (esto además ayuda a endurecer las uñas cuando ya están creciendo). Existen tratamientos, como ciertos esmaltes creados a fin de detener el hábito: suelen ser simplemente un brillo de uñas pero que al llevarlo a la boca y entrar en contacto con la saliva, despide un agrio sabor que hace insoportable seguir mordiendo. Podemos buscarlos en las farmacias.Sin embargo, esto detiene la conducta de comernos las uñas, pero no soluciona el motivo que nos estimula a hacerlo. Esto significa que si no ahondamos en el fondo del problema, podemos desarrollar otro hábito similar. Por eso es útil aprender técnicas de relajación y respiración para aprender a vivir con la ansiedad de modo que no se materialice en una acción ofensiva para nosotros.

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